diumenge, 27 de març del 2016

LAS ESTACIONES SEGÚN YIN Y YANG



Aprovechando que acabamos de entrar en la primavera os voy a explicar un poco como se ven las estaciones en relación a la teoría  Yin Yang.

Como nota introductoria, definimos el Yin como lo material, inerte, pesado, frío, retracción, reserva, noche, luna, femenino y movimiento centrípeto. Por contra, el Yang lo definimos como lo inmaterial, móvil, ligero, calor, expansión. producción, día, sol, masculino y movimiento centrífugo.


Empezaremos por la estación Yin Yin o más Yin que es el invierno; si observamos detenidamente dicha estación, nos damos cuenta que cumple perfectamente con la definición de Yin. En la naturaleza, encontramos quietud (menos actividad de la fauna y flora), frío, conservación o reserva (los árboles pierden su follaje para centrarse en las raíces) y mayor número de horas nocturnas. En nosotros, también podemos observar que lo que predomina es la reserva, con  una menor actividad,  apetencia de refugiarnos en casa, comidas más calóricas y calientes, estados en ánimos más introspectivos y aumento de las horas de sueño.


Prosigue la primavera estación Yang en el Yin o de transformación del Yin en Yang. En la naturaleza, observamos que empieza una pequeña revolución; los animales empiezan a tener más movimiento, aparecen los primeros insectos, los hielos se funden y los ríos corren llenos de agua, los árboles también despiertan y empiezan a activar su follaje (parte más yang), flora y fauna empiezan sus periodos reproductivos, los días se alargan  y el sol empieza a calentar más, el clima es inestable con cambios de temperaturas, lluvias y viento más presente. Es una estación de expansión donde todo se presenta en abundancia. En nosotros, la expansión también es presente; como dice el refrán catalán "la primavera la sang altera" nos sentimos más alegres, con ganas de salir y disfrutar del aire fresco, las comidas empiezan a ser más frescas y aumentamos el consumo de crudos, tenemos reacciones más externas como las típicas alergias o el sudor. Pero os preguntaréis... ¿ que ocurre con la famosa astenia primaveral ? pese a parecer contradictorio con este movimiento expansivo y la mayor actividad no lo es en absoluto. Es una época de crecimiento del Yang en un medio Yin y al igual que por las mañanas hay gente que en 5 minutos ya son "personas" y otras necesitan de varios cafés u horas para tener el ritmo normal igual pasa con la primavera. Depende de varios factores el hecho de que afecte en mayor o menor medida y no vamos a entrar en profundidad pero de entrada es lógico pensar que si uno no reserva (descansa/ duerme) correctamente cuando toque revolucionar la máquina (activarse/despertar) no habrá una buena adaptación por falta de energía.


Seguimos adelante y entramos en el verano estación Yang Yang. En dicha estación, la naturaleza está exultante, la actividad y vida se manifiesta en todos los aspectos, se recogen los frutos, los días son largos y calurosos con tormentas cortas pero muy abundantes (el cielo/Yang se abre), En nosotros, observamos que ya hemos dejado atrás la adaptación a la actividad, nos sentimos llenos de energía, pasamos muchas horas fuera de casa, dormimos pocas horas, consumimos gran cantidad de productos crudos y frescos, las bebidas frías están al orden del día, nos sentimos dichosos y llenos de alegría, estamos en movimiento constante nuestra piel incluso se abre para dejar que el cuerpo deseche toxinas y se refrigere mediante el sudor, practicamos más deportes y estamos más receptivos a conocer personas (típica pareja de verano) y a exteriorizarnos.


Por último, nos topamos con la estación Yin en el Yang u otoño en el que el yin empieza a despertar. Se observa como todo se empieza a relantizar, es una época de recogimiento, los árboles pierden sus hojas y empiezan ahorrar esfuerzos para centrarse en las raíces y poder sobrevivir, los pequeños animales recolectores llenan acaban de llenar las despensas, los insectos empiezan a desaparecer, el clima se vuelve más pesado y frío con semanas de lluvias y la noche le recupera terreno al día. En nosotros, también tenemos un aletargamiento, nos ponemos nostálgicos y empezamos a volvernos más introspectivos, paramos mucha actividad, nos movemos y relacionamos menos, empezamos a dormir más y relazamos comidas más calóricas y calientes como la típica castañada catalana donde nos hinchamos a dulces, castañas y moniatos.





































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